sábado, 3 de abril de 2010

( Estudio Bíblico ) Sometido a la conciencia y ligado a la Palabra

¿Necesita la Iglesia Cristiana una nueva reforma?

Haciendo mención a la repetición de los errores, dice un dicho popular que un pueblo que desconoce su historia está condenado a repetirla. Y la Palabra de Dios en 1Corintios 10:1-12 nos lo dice de esta manera: Queridos hermanos en Cristo, tengan presente que cuando nuestros antepasados… de esto que le sucedió a nuestro pueblo, nosotros tenemos que aprender nuestra lección. No debemos desear hacer lo malo como ellos... Todo eso le sucedió a nuestro pueblo para darnos una lección. Y quedó escrito en la Biblia para que nos sirva de enseñanza a los que vivimos en estos últimos tiempos. Por eso, que nadie se sienta seguro de que no va a pecar, pues puede ser el primero en pecar. (Biblia en lenguaje actual). Por esta razón he querido traer un breve recuento de la historia de la Iglesia cristiana evangélica, con el deseo de que hagamos un auto examen de nuestra condición delante de Dios.

Veamos un poco de la historia:

El día 31 de Octubre de 1517, Martín Lutero formuló su primera protesta contra las enseñanzas de la Iglesia Católica Romana en la puerta de la iglesia del Castillo de Wittenberg, Alemania. La intención de Lutero era traer una reforma a la Iglesia Católica Romana, que aquel momento dominaba políticamente la mayoría de los países europeos, llegando incluso a poner y quitar reyes formando lo que se conoce como el Sacro Imperio Romano. La Iglesia Católica también recogía dinero a manera de impuestos haciendo que los cargos administrativos dentro de ella fueran muy codiciados por lo lucrativos. Se enseñaba que el cristiano debía darle a Dios una satisfacción por los pecados para que le fueran perdonados; tenía que confesar sus pecados y hacer un sacrificio que compensara a Dios. Si no satisfacía sus pecados en vida lo tendría que hacer después de muerto, antes de entrar al cielo. De ahí la idea del purgatorio el que se convirtió en un negocio lucrativo pues se podían pagar misas con beneficio a algún difunto para disminuirle el tiempo que tendría que pasar allí.

También se empezaron a vender indulgencias, que eran documentos de perdón por medio de los cuales se podía disminuir el tiempo en el purgatorio, e incluso alcanzar indulgencias plenarias, las que perdonaban todos los pecados sin necesidad de la confesión. Además, la Iglesia Católica Romana reclamaba una autoridad única, por descendencia apostólica, para interpretar la Escritura y para establecer la doctrina; así como la afirmación de tener un líder supremo en el Papa, el cual es infalible (sin error) cuando habla “ex cátedra” por ser delegado directo de Dios. Por lo tanto, todo mandato o enseñanza provenidos del Papa, eran tan infalibles y autoritativos como las mismas Escrituras. Valga la aclaración de que la mayoría de estas doctrinas y prácticas se mantienen hasta hoy en la iglesia católica.

La protesta de Lutero contenía 95 afirmaciones confrontadas con las Escrituras que evidenciaban errores en muchas de estas prácticas de la Iglesia Católica, por lo cual desafiaban la autoridad del Papa. Con la negativa de la Iglesia Católica Romana de responder al llamado de Lutero a reformarse y regresar a las doctrinas y prácticas bíblicas, comenzó la Reforma Protestante. Muchos otros creyentes que leyeron las tesis de Lutero entendieron la necesidad de dicha reforma y así nació la iglesia protestante y la actual iglesia cristiana evangélica.

En junio de 1520, el papa excomulgó a Lutero. Cuando se le pidió retractarse de sus enseñanzas, Lutero declaró elocuentemente: “Que se me convenza mediante testimonios de la Escritura y claros argumentos de la razón —porque no le creo ni al Papa ni a los concilios, ya que está demostrado que a menudo han errado, contradiciéndose a sí mismos— por los textos de la Sagrada Escritura que he citado, estoy sometido a mi conciencia y ligado a la Palabra de Dios. Por eso no puedo ni quiero retractarme de nada, porque hacer algo en contra de la conciencia no es seguro ni saludable. ¡No puedo hacer otra cosa; esta es mi postura. Que Dios me ayude! Amén."

Más que un origen, un llamado:

Subyacentes a la Reforma Protestante hay cuatro preguntas o doctrinas básicas que también hoy debemos considerar ¿Cómo es salvada una persona? ¿Dónde reside la autoridad religiosa? ¿Qué es la iglesia? ¿Cuál es la esencia de la vida cristiana? La forma como respondemos a estas preguntas (no solo con palabras sino con nuestros hechos) es lo que determina la fe que profesamos y nuestra condición delante de Dios. Al responder estas preguntas los reformadores protestantes tales como Martín Lutero, establecieron lo que sería conocido como las “Cinco Solas” (sola, es tomada de palabra del latín –solamente-) de la Reforma. Estos cinco puntos de doctrina son el corazón de 2 Pedro 3:18 Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén. Veamos de qué se tratan las “Cinco Solas”

1. “Sola Scriptura”, o Solamente la Escritura:

Solo la Biblia es la única autoridad para todos los asuntos de la fe y la práctica. Solamente la Escritura es la norma por la cual todas las enseñanzas y doctrinas de la iglesia deben ser medidas. Entonces, ¿Dónde reside la autoridad religiosa? En la Palabra de Dios, y solo en ella; no en un líder supremo, ningún ser humano infalible, delegado por Dios como sucesor de los apóstoles para ejercer autoridad sobre la Iglesia de Cristo como si fuese Dios mismo. Muy similar a lo que sucede en la iglesia católica con el papa, con tristeza hoy vemos en la Iglesia Cristiana algunos líderes llamados ungido, siervo, apóstol, profeta o simplemente pastor, que pretenden ser emisarios de Dios para ejercer una supremacía indefectible sobre sus congregaciones. Pero de ellos dice el Señor: “Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres” (Mt.15:9)

2. “Sola Gratia”, Salvación Solamente por Gracia:

Esto afirma la doctrina bíblica de que la salvación es únicamente por la gracia de Dios y que somos rescatados de Su ira por Su gracia solamente. La gracia de Dios en Cristo no es solamente necesaria, sino que es la única causa eficiente de la salvación. Esta gracia es el trabajo sobrenatural del Espíritu Santo que nos trae a Cristo, al librarnos de nuestra esclavitud del pecado y levantarnos de la muerte espiritual a la vida espiritual. Lamentablemente en la Iglesia Cristiana de nuestros días, muchos líderes han desvirtuado esta doctrina enseñando a los creyentes a hacer pactos sellados con dinero para lograr la salvación de sus seres queridos - cualquier similitud con las indulgencias es pura casualidad-, así mismo algunos “ministros de Dios” insinúan o enseñan abiertamente que sirviendo o haciendo cosas para Dios se halla mayor gracia para salvación, pero el Señor dice: “¿qué recompensa dará el hombre por su alma? (Mt.16:26b)

3. “Sola Fide” La Salvación Solamente por Fe:

La justificación es por gracia solamente a través de la fe en Jesucristo únicamente. Es por la fe en Jesucristo que Su justicia nos es imputada, como la única satisfacción posible a la perfecta justicia de Dios. En ciertas congregaciones cristianas actuales las personas desconocen tanto lo que es la salvación y a Jesús el Cristo, que creen ser merecedores del cielo por pertenecer a una u otra denominación o ser discípulos de determinado pastor. A éstos dice el Señor: “!!Oh generación de víboras!! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre” (Lc.3:7-8)

4. “Solus Christus” En Cristo Solamente:

Esto afirma la doctrina bíblica de que la salvación se encuentra solamente en Cristo y que únicamente Su vida sin pecado y Su expiación sustitutiva, son suficientes para nuestra justificación y reconciliación con Dios el Padre. El evangelio no ha sido predicado si la obra sustitutiva de Cristo no es declarada, y la fe en Cristo y Su obra no son solicitadas. Cientos de doctrinas asociadas a la salvación temporal se enseñan hoy en las iglesias cristianas. Los creyentes son muy instruidos en temas de “prosperidad económica”, “sanidad física”, “guerra espiritual”, “sanidad interior”, “éxito y conquista” y muchos temas más de “liberación temporal del alma y el cuerpo” de los sufrimientos y dificultades de la vida presente. Sin embargo, poco saben de “santidad”, “humillación”, “sometimiento a Dios”, “renuncia” y otros temas de “eterna liberación espiritual”, de salvación de la “ira venidera”, es decir, del juicio de Dios al pecado (Romanos 5:9; 1 Tesalonicenses 5:9) De los maestros de estos creyentes dice el Señor: Porque ellos impresionan a la gente diciendo cosas bonitas, que en realidad no sirven para nada. Obligan a otros a participar en sus mismos vicios y malos deseos; engañan a los que con mucho esfuerzo apenas logran alejarse del pecado. Les prometen que serán libres para hacer lo que quieran, pero ellos mismos no pueden dejar de hacer el mal. ¡Ese mismo mal acabará por destruirlos! Más les valdría nunca haber sabido de qué manera quiere Dios que vivan. Pero ahora lo saben, y si dejan de obedecer a Dios, quedarán peor que antes. Así, esas personas demuestran la verdad del dicho: "El perro vuelve a su vómito", y también de este otro: "El cerdo recién bañado vuelve a revolcarse en el lodo". (2Pedro 2:18-22 Biblia en lenguaje actual)

5. “Soli Deo Gloria” Solo a Dios la Gloria:

La salvación es de Dios, ha sido realizada solamente por Dios para Su gloria. Como cristianos debemos glorificarle siempre, y debemos vivir todas nuestras vidas ante la presencia de Dios, bajo la autoridad de Dios, y para Su gloria solamente. Desafortunadamente en la iglesia cristiana de nuestros días hay líderes bastante vanagloriosos que han enseñado a los creyentes a tener un concepto demasiado infatuado sí mismos; han puesto a Dios al servicio de los hombres enseñando que él hará todo lo que ellos pidan. Esto no debe extrañarnos porque la palabra de Dios lo dice así: También debes saber que en los últimos días, la gente enfrentará muchas dificultades. Habrá personas egoístas, interesadas solamente en ganar más y más dinero. También habrá gente orgullosa que se creerá más importante que los demás… No se podrá confiar en ellos, porque esos orgullosos actuarán sin pensar. En vez de obedecer a Dios, harán sólo lo que les venga en gana. Dirán que aman y respetan a Dios, pero con su conducta demostrarán lo contrario. No te hagas amigo de esa clase de gente… esta clase de gente es enemiga de que se dé a conocer el verdadero mensaje de Dios. Tienen la mente corrompida, y no han aprendido a confiar en Dios. Pero no seguirán así por mucho tiempo, pues todos se darán cuenta de su necedad. (2Timoteo 3:1-9 Biblia en lenguaje actual)

Concluyendo:

Amado(a) hermano(a) en Cristo, nosotros debemos examinar “las 5 solas” en nuestras propias vidas, ellas son tan importantes en la actualidad para evaluar una iglesia y sus enseñanzas, como lo fueron entonces; de muchas maneras, muchos cristianos protestantes (quizás tú y yo también) necesitan ser retados a regresar a estas doctrinas fundamentales de la fe, al igual que los reformadores retaron a la Iglesia Católica Romana a hacerlo en el siglo dieciséis. Deseo dejar en tu corazón este llamado del Señor para ti, para mi y para todo aquel que deba entrar en esta nueva reforma: Les dirás asimismo: Así ha dicho Jehová: El que cae, ¿no se levanta? El que se desvía, ¿no vuelve al camino? ¿Por qué es este pueblo es rebelde con rebeldía perpetua? Abrazaron el engaño, y no han querido volverse. Escuché y oí; no hablan rectamente, no hay hombre que se arrepienta de su mal, diciendo: ¿Qué he hecho? Cada cual se volvió a su propia carrera, como caballo que arremete con ímpetu a la batalla… ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Jehová está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas. Los sabios se avergonzaron, se espantaron y fueron consternados; he aquí que aborrecieron la palabra de Jehová; ¿y qué sabiduría tienen? (Jeremías 8: 4-9)

Además, a ti, que has permanecido en fidelidad a las 5 solas, quiero motivarte a seguir el consejo del Señor: Pero tú, Timoteo, sabes bien lo que yo enseño… Tú debes seguir creyendo en lo que aprendiste, y que sabes que es la verdad. Después de todo, sabes bien quiénes te lo han enseñado. Recuerda que desde niño has leído la Biblia, y sus enseñanzas pueden hacerte sabio, para que aprendas a confiar más en Jesucristo y así seas salvo. Todo lo que está escrito en la Biblia es el mensaje de Dios, y es útil para enseñar a la gente, para ayudarla y corregirla, y para mostrarle cómo debe vivir. De ese modo, los servidores de Dios estarán completamente entrenados y preparados para hacer el bien. (2 Timoteo 3:10-17 [Biblia en lenguaje actual])

Finalmente, que tú y yo y nuestras congregaciones podamos decir como Lutero “Que se me convenza mediante testimonios de la Escritura estoy sometido a mi conciencia y ligado a la Palabra de Dios. ¡No puedo hacer otra cosa; esta es mi postura. Que Dios me ayude! Amén."