quarta-feira, 8 de dezembro de 2010

El Fin.

La Iglesia en la actualidad ‘se ha quedado en el medio’ y ha olvidado el Fin de la liberación en favor de las personas que sufren por los demonios, me explicare de forma mas extensa.

Jesús dijo en Lc. 13.25-27 y Mt. 7:21-23 “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”, dandonos a entender primeramente en el contexto de los versículos que es necesario conocer al Señor para profetizar, echar fuera demonios y finalmente hacer muchos milagros, ya que nos habla, de nuevo en contexto de los ‘falsos profetas’.

Ahora bien, dentro de la enseñanza podemos obtener los siguiente principios, primero y repito, que es necesario haber sido conocido de Jesús para hacer en su nombre esas tres acciones, por lo tanto si para el Señor lo principal es conocerle entonces nuestro Fin al liberar a una persona de demonios, debe ser lo mismo, es decir, que la persona llegue a conocer a Jesús, y no solamente quedarse con la liberación; mucho menos dar todo el reconocimiento al que lo libero, lo cual le quitaría toda la gloria a quien verdaderamente hizo la obra, esto es, a Jesús.

Nuestra meta o el Fin para todos los que tenemos el don, es la de llevar a todos los liberados a los ‘pies de Jesús’, para que le conozcan como Señor y Salvador por medio de la liberación que él les profirio y, no ser en absoluto este medio (el de la liberación) el Fin en si mismo.