terça-feira, 17 de maio de 2011

Polémica en EE.UU.: un GPS asiste a los Coyotes.


El pastor y activista pro inmigración Robin Hoover [en la fotografia] presentó el programa ¡Rescátame!, que incluye un dispositivo satelital para pedir ayuda en caso de emergencia. Pero por falta de recursos, se limita a lostraficantes.

La iniciativa entrega aparatos de posicionamiento satelital (una tecnología de base similar a la de un GPS) a los llamados “coyotes”, que hacen negocio con los potenciales inmigrantes guiándolos en el cruce desde México hacia los Estados Unidos.

“Lo importante es salvar vidas, es lo único que cuenta. Los traficantes tienen que estar involucrados y tener ayuda a su alcance, como estos equipos, porque son ellos los que guían a las personas sin papeles”, aseguró el reverendo Hoover en diálogo con BBC Mundo.

El programa ¡Rescátame! propone el uso de localizadores satelitales como reemplazo del teléfono celular, que muchas veces pierde la señal en el inmenso desierto.El pastor informó que ya se entregaron una decena de Radiobalizas Personales de Localización (PLB, por sus siglas en inglés). Se trata de un equipo que permite, al oprimir sólo un botón, emitir una señal de emergencia. “Estos dispositivos existen desde hace unos años, pero costaban mucho dinero”, explicó el activista.

Livianos y de color amarillo, las PLB cuestan poco menos de 200 dólares. Su señal de alerta es captada por la Administración Nacional del Océano y la Atmósfera de los Estados Unidos, que está dotada de tecnología como para establecer la ubicación de quien pide ayuda.

“Son sólo para emergencia y así se lo explicamos a los coyotes. Ellos no quieren ser detectados, porque pierden el dinero que le cobraron a cada inmigrante y pierden reputación, pero hay un momento en el que no se trata de si la persona logra pasar la frontera o no: la cuestión es que hay vidas en juego“, afirmó el pastor.

La polémica toca muchos aspectos de este programa. La iniciativa no censura la migración ilegal y se alía con los traficantes de personas. Advertido de la controversia, el pastor explicó que a largo plazo espera distribuir las PLB entre los mismos migrantes, “pero, por el momento, su cantidad es limitada y sólo las han hecho llegar a manos de coyotes confiables“.

En el desierto de Sonora-Arizona, en la frontera entre México y los Estados Unidos, se registra más de 40% de las muertes de indocumentados. Entre 1999 y 2009 se contabilizaron 1.755 casos y, aunque el número de detenidos por las patrullas fronterizas estadounidenses va en descenso, no ocurre lo mismo con la proporción de fallecidos. Distintas organizaciones hablan de, al menos 250, casos en 2010.